Era fácil que esta película me gustara.

El mundo del ballet, París, la Torre Eiffel, y una niña que persigue sus sueños.

Con todos estos ingredientes, fuimos a verla y, la verdad, no nos defraudó.

La imagen de la película es espectacular, las vistas del París de 1879, el hacernos capaces de pasear por una Torre Eiffel a medio construir, y sobre todo, el mundo del ballet que nos sumerge en el mismísimo Palacio de la Ópera.

La historia es algo fácil, y no te llevas sorpresas con el final que esperas a medida que la vas viendo: Felicia, es una niña que vive con su amigo Víctor en un orfanato y sueña con ser bailarina.

Para ello se escapa y comienza una serie de aventuras que le ayudarán a conseguirlo.

Es verdad que pese a que me parece una película muy agradable de ver, con unas ilustraciones maravillosas y una historia muy divertida y que a los niños les encantó.

La verdad es que si analizas con visión de un adulto, la película cuenta como la niña  consigue su sueño a base de saltarse las normas (escapándose del orfanato) y haciendo trampas (haciéndose pasar por otra niña a la que le roba la carta de admisión), o que la película, transmite de alguna forma, que las cosas se consiguen de forma fácil y que en varios días es posible lograr lo mismo que otras niñas que llevan esforzándose durante años… no es un mensaje demasiado positivo para los niños si llegas a analizarlo, aunque también es verdad, como os digo, que los niños disfrutan con ella y en general, la película está bien.

Si tenéis niñas a las que les guste el ballet, es un auténtico disfrute.-