¿FILTROS?.
En las fotos, TODOS.
En la vida, NINGUNO.

Dedicado a todos los que sabemos reírnos de nosotros mismos, ponernos un filtro con pecas u orejitas, sacarle la lengua a la vida y estar atentos cuando es ella, la vida, es la que te guiña el ojo.

A los que repetimos cien veces la foto y acabamos borrando todas porque no nos gusta ninguna, a los que no juzgamos lo que hacen los demás y guardamos silencio cuando otros se equivocan.

A los que vivimos sin hacer daño, sonreímos cada mañana y lloramos de la risa cuando metemos la pata.

A los que damos siete vueltas a la rotonda porque no estamos seguros de cuál es la salida correcta, a los que salimos con tiempo y, sin embargo, llegamos tarde.

A los que creemos que este lunes de verdad, empezaremos la dieta y a los que el mismo martes nos la saltaremos porque una amiga tiene algo que celebrar.

A los que hacemos fotos a las etiquetas para poder ampliarlas y a los que dejamos notas de voz larguísimas y además, después las escuchamos.

A los que no olvidamos quien nos ayudó cuando lo necesitamos pero no conseguimos recordar por qué nos enfadamos con alguien.

A los que estamos demasiado ocupados en ver el lado bueno de la vida y no tenemos tiempo para juzgar a los demás.

A los que no desconfiamos de nadie, a los que intentamos no hacer demasiado ruido y a los que contestamos con palabras amables a quienes sabemos que no se lo merecen.

A los que nos hacemos los tontos y, como decía Taboada, vemos perfectamente venir los goles que nos meten pero no nos molestamos en pararlos.

A los que jamas decimos eso de «vive y deja vivir» pero lo practicamos a diario.

A los que somos fieles a nuestros principios, a nuestros colores y a nuestra gente.