Tengo la inmensa suerte de que mis hijos vayan de uniforme al colegio.
Digo «inmensa suerte» porque no quiero ni pensar lo que debe ser que la pequeña elija sus looks durante todo el año como acostumbra a hacer en verano.
Sin embargo, hay dos cosas en las que el uniforme dan un poco más de libertad y son, precisamente en las que más me complico: los zapatos y el abrigo.
«De color azul marino», es lo único que reza la lista de prendas con escudo y debidamente marcadas que nos piden en el colegio.
El tema de los zapatos lo trataré otro día así que me centraré esta vez en el abrigo.
Tal y como están las cosas (debe ser por lo del cambio climático) en Madrid se pasa del caluroso verano al frío polar de repente.
Así que como ya tenemos chubasqueros azules (que cada vez que se ponen la abuela me mira con cara inquisidora preguntándome por qué siempre los compro azules…), me centro en una prenda de mucho abrigo, tipo plumas.
Son cómodos, resisten a todo, los puedes meter en la lavadora, valen para lluvia, nieve o simple frío…
Así que en cuanto pueda, me escapo a el corte Inglés a ver estos de Brotes, que tienen buenísima pinta y además es una marca de precio asequible y calidad garantizada.
También he visto en el catálogo este poncho para la pequeña que me ha chiflado ¿qué os parece?
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