Creía que nunca llegaría este día. Después de cinco años en los que mi relación con el cine estaba basada única y exclusivamente con dibujos y animaciones infantiles, uno de mis sueños (sueños secretos, que esto está muy mal visto…) era ir al cine sola. Sola, sin palomitas, alzadores, sin hacer de perchero, sin pasarme…