Creo que es el primer año que mis pequeñas fieras no insisten en que les compre un disfraz para Halloween.
No, no creáis que han madurado o que por fin se han dado cuenta de que tenemos más disfraces en el armario de los que jamás se podrán poner (bueno en esto también me sorprenden) sino que ya tenemos los disfraces ideales.
El cumpleaños del mayor coincidió con el estreno de Star Wars Rebels y nos pidió, entre otras cosas, el disfraz de Darth Vader.
Admito que el padre de las criaturas insistió en comprar uno de los buenos (creo que aún tiene el trauma de no haber conseguido el disfraz de Darth Vader de adultos que vimos una vez fuera de España para él y que costaba como dos meses de hipoteca..) y nos fuimos a Disney Store. Había dos, el disfraz de y una (a estas horas agotado) que costaba poco más. La verdad es que los dos eran ideales y puestos quedan genial.
No os tengo que decir que tenemos el un auténtico lado oscuro en casa y no le falta ni un solo detalle. La careta, los guantes, la espada láser o la capa.
Por si os interesa, hay varias opciones de máscara, con modificador de voz o más sencillas.
La pequeñina (tengo que empezar a cambiar sus apodos, porque acaba de cumplir 6 años) pidió una vez a los Reyes Magos un disfraz de Blancanieves que traía en la misma caja el de la malvada reina o la madrastra y que es, para mi, uno de los mejores disfraces que he visto en mi vida.
Durante algunos años prefirió disfraces de princesas buenas pero ya el año pasado se dio cuenta de que, en Halloween, lo que mola es ser mala.
Yo mataría por un disfraz de Maléfica, pero de los buenos. De momento me podré la diadema con cuernos y ya veremos si me animo a hacerme algo.
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