Yo siempre he tenido buena memoria.
No me hace falta apuntar los cumpleaños porque tengo la facilidad de recordar todas las fechas y otros números como los de la tarjeta de crédito.
La verdad es que no sé si es algo útil o no, pero es que los recuerdo sin esfuerzo alguno.

Sin embargo, desde que soy mamá, la memoria a corto plazo ha desaparecido.

Veamos un ejemplo:
Me levanto del sillón (cuando consigo sentarme en él…) para ir a por el teléfono móvil que me dejé olvidado en junto a la bañera después de asear a los niños.
Por el camino, me encuentro a Buzz Light Year, que de verdad, creo que vuela por las noches como en Toy Story porque cada día, aparece en un sitio distinto… bueno, de camino lo llevo al cuarto de los niños.

Una vez en el cuarto de los niños, descubro que el mayor, que está aprendiendo a vestirse solito, ha dejado el jersey del cole tirado en el suelo, así que lo llevo al cesto de la ropa sucia y como veo que está, pues pongo la lavadora que así me da tiempo a que se seque para mañana.

Suena el teléfono.
Es mi madre que me pide un número de teléfono así que voy al despacho a por él y recuerdo que no he leído el corero desde hace dos horas (algo que para un autónomo es un verdadero peligro..)
Así que cuelgo y me pongo a leerlo.
Y así podría estar contándoos hasta dos horas después cuando de repente, recuerdo que todo empezó cuando iba a por mi móvil…

Resumiendo, ser madre es lo mismo que estar, como decía mi abuela, «desmemoriada».

Así que otra gran idea: los post-it.
Yo no puedo vivir sin ellos, el problema es que en mis idas y venidas, me los dejo olvidados por la casa o la oficina…
Hata ahora. Me acabo de enamorar de estos con forma de reloj que he visto en Compras Compulsivas y que irán conmigo a cualquier sitio…

Eso sí, ¿no los podrían hacer un poquito más grandes?
¿Qué os parecen?-

84 Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *