Aviso a navegantes: este post puede afectar seriamente a los que os encontréis atravesando la crisis de los 40… pero tranquilos, que es para bien.
Al menos eso es lo que me supuso a mi acudir a la presentación de «Madres Forzosas» la serie que hoy, 26 de febrero, estrena Netflix y donde habían recreado (a la perfección) los escenarios de la serie que tanto vimos en los 90.
Si os digo la verdad no recordaba demasiado los decorados, pero fue empezar la música de la intro y me trasladé inmediatamente a… Dios mío… 1987??
Y ello, sumado al viaje a San Francisco con Pixar hace muy pocos meses, donde pudimos visitar las famosas Painted Ladies, más conocidas como «las casas de padres forzosos» porque allí se grababan los exteriores de la serie, ha supuesto en la que os escribe, todo un torrente de recuerdos y emociones.
En aquel entonces la familia Tanner, formada por Danny (el padre), su mejor amigo Joey Gladstone y su cuñado «Jesse Katsopolis» (que ya os adelanto está mucho más guapo que en los años 90…) y sus 3 hijas «D.J.», «Stephanie», y «Michelle».
El título nos puede dar alguna pista del argumento de esta segunda parte, pero no os puedo desvelar nada hasta su estreno.
Lo que sí os recomiendo es que si veíais la serie, no os perdáis el primer episodio porque los guiños a los capítulos que vimos en los 90 son impresionantes y merecen la pena.
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