Si tenéis niños mayores de 5 años, sabéis de sobra quienes son Phineas y Ferb, dos de los personajes más entrañables y divertidos de los últimos tiempos «televisivos».
El mundo de las series infantiles ha cambiado mucho desde nuestra época. No penséis que os voy a aburrir con nostalgias hacia Marco, Heidi y cualquiera de las que marcaron nuestra infancia. Eran distintas, pero también los niños de ahora son distintos, y además, ya sabéis que no soy de las que piensa que «cualquier tiempo pasado fue mejor».
Pero es verdad que cada día cuesta más encontrar series que merezcan la pena… sobre todo visto con ojos de una madre.
Desde que las fieras tienen uso de razón, ha habido dos series que me han enamorado:
Una fue Caillou, la única serie capaz de enseñarle a los más pequeños los principios propios de una familia normal, tranquila y con problemas cotidianos, y que confieso, fue capaz de guiarme como madre a la hora de resolver bastantes situaciones.
A medida que las fieras crecieron, una de mis favoritas ha sido Phineas y Ferb.
En el marco de una familia normal, la serie muestra situaciones que empujan a nuestros hijos a ser lo mejor que pueden ser. A tratar de buscar la diversión por sí mismos y a tener unas admirables ganas de aprender.
Música, robótica, juegos,… todo parece divertido para estos hermanos que nunca se aburren y eso, para una madre es una enseñanza esencial.
Pero además, los guionistas hacen un trabajo increíble logrando que la serie sea amena, divertida, educativa y que guste a todas las edades.
La semana pasada mi hijo me pedía que apuntara algo en mi agenda. Era muy importante.
– «Mamá, apunta: el 11 de septiembre ponen el último episodio de Phineas y Ferb («Phineas y ferb: Último día de verano»)
Sonreí. Nada me puede gustar más que esa fidelidad suya a los hermanos de Flyn, a Perry el ornitorrinco y a todo lo que pasa en el Área de los Tres Estados.
Apuntado. Apuntadísimo. El 11 de septiembre en Disney Channel se emite el último episodio de Phineas y Ferb: El Último día del verano, nada menos que el episodio 227 y con el que finaliza la cuarta temporada de la serie.
Por lo que sabemos el episodio tendrá guiños a momentos y personajes importantes de la serie, y cierto tono emotivo mezclado con el último intento de Candace para pillar a sus hermanos mientras Perry hace una de las suyas.
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