Un día alguien me habló de un juego llamado Dobble. Se trataba de un juego de cartas redondas que me aseguraban mantenía a los niños atentos y entretenidos durante horas. Yo, que no soy muy de creer en «milagros» y más cuando se trata de mis pequeñas fieras no confíe demasiado pero compré el juego por…