Aún recuerdo con cariño cuando después de tener a mis dos fieras, paseando por Madrid, me paraba gente que amablemente te daba todo tipo de consejos. Una de las frases que más escuchaba era la de «Disfrútalos. Que crecen muy rápido». Y yo, que me enfrentaba a noches sin dormir, a complicadas combinaciones de biberones…