Decía Bruce Springsteen que «la buena música es esencial, porque te ofrece algo con lo que enfrentarte al mundo» y no seré yo quien le lleve la contraria al Boss.

Si algo me enseñó mi padre es que no hay un euro mejor invertido que el que se gasta en libros, o en música y que además, esta última es algo esencial en la vida. Por algo los grandes hombres de la historia, además de su profesión, siempre han tenido una relación especial con la ella.

Admito que hasta que tuve hijos, la palabra «coro» me sonaba un poco extraña. Más allá de los buenos ratos que pasé en el colegio ensayando canciones con mis amigas, tuvo que llegar la pasión por la música de mi hijo mayor para que me diera cuenta, de lo importante que puede ser para un niño (hoy de 9 años pero que empezó con 5) participar en un coro.

«Nuestro pequeño Mozart» (así le llamamos cariñosamente cuando le mandamos callar un ratito porque siempre está cantando o haciendo sonidos con cualquier objeto…) nació con una relación especial con la música y, aunque aún no me atrevo a llamarlo «talento», sí con cierta facilidad para recordar y entonar canciones desde muy pequeño.

Puede que fuera la explosión de «Baby Mozart» que le tocó vivir de bebé, puede que fuera la pasión de sus abuelos por la ópera, o la música clásica que servidora le ponía en el coche, pero me congratula (no sabéis cuanto) ver que disfruta con la música ya sea Thunderstruck de AC/DC o con O Mio Babbino Caro, interpretado por María Callas

Os suelo proponer planes relacionados con la música y tengo predilección por los que son un poco «alternativos». Os conté lo que disfrutamos con la Film Symphony Orchestra interpretando Regreso al Futuro, con el Homenaje a John Williams, con los conciertos del Auditorio o  descubriendo villancicos rockeros.

Hoy os traigo otro descubrimiento y un planazo para el próximo 16 de julio en Torrelodones: un concierto de música rock, interpretado por músicos y un coro de 100 personas que se agrupan bajo el nombre de Torocklodones.

No solo me parece un plan divertido y agradable para disfrutar en familia, sino que me parece que es una forma distinta y enriquecedora de entender de la música y de ver, que con ganas e ilusión, se pueden lograr cosas maravillosas y eso, ya sabéis que pienso que es algo que debemos enseñar a nuestros hijos cada día.

Os dejo con un vídeo que lo explica todo mucho mejor que yo:

Recordad: 16 de julio de 2016 en Torrelodones. En cuanto sepa más datos os informo.-

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