No sé si ha sido puro azar o es que el destino a veces sabe más que nosotros y nos ha impedido hacer planes esta Nochevieja.
La inminente llegada de un nuevo bebé a la familia hizo que no nos planteáramos ni siquiera salir a cenar o a celebrar la noche con amigos. Y pese a que el nacimiento de mi sobrino se está haciendo esperar, la idea de quedarse en casa ha sido un acierto.
Mientras os escribo estas lineas trato de bajarle la fiebre a la pequeñina de la casa que hoy, de forma repentina empezó a quejarse de dolor de garganta y el termómetro insiste en quedarse en los 39.
No parece nada serio, imagino que se quedará en una simple faringitis o el consabido virus que engloba cualquier enfermedad así que en el fondo estoy contenta por haber decidido quedarme a celebrar esta fiesta en familia.
Quiero sin embargo desearos a todos un muy Feliz Año 2014 y aprovechar para dar las gracias por todo lo bueno que ha traído el 2013.
¡Un abrazo a todos!
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Feliz año!nosotros sí salimos,niños incluidos,última Nochevieja antes de ser familia numerosa,noche muy divertida,y ahora al igual q tú,con la niña con fiebre y dolor de garganta.
Gracias por el blog,siempre das buenas ideas.
Un besazo!