Que se pare el tiempo. Que se pare aquí y ahora. Y es que creo que no hay edad más fascinante para una familia, en lo que a cine se refiere, que la que tienen ahora mis fieras.
Niño y niña. 7 y 8 años. Y ello supone que nos encontramos a medio camino entre la ternura infantil y el apasionante avance hacia otro tipo de películas.
Mientras la pequeñina disfruta de la inocencia de Campanilla, se emociona con Frozen o con el zapato de cristal de Cenicienta, el mayor (aún inseparable de Olaf, Baymax y en plena fiebre del dúo Lego y Star Wars) empieza a adentrarse en el universo Marvel y a aumentar su nivel de frikismo heredado de su padre por todo este universo.
Así que aún embobados por Del Revés (Inside Out) toca sacar entradas para Ant-Man, lo último de Marvel que por fin, podemos disfrutar los cuatro juntos, y que es solo el principio de una nueva era en esta familia.
Ant-Man es un personaje no demasiado conocido más allá de los comics de Marvel (que aún no cultivamos demasiado, confieso) pese a ser uno de los primeros Vengadores, pero que se convertirá sin duda alguna, en uno de los personajes que invada la habitación de mis fieras en pocos días… creedme.
Con un reparto de lo más apetecible, con un guapísimo Paul Rudd como protagonista, Michael Douglas como Hank Pym, o Evangeline Lilly, como su hija, aseguran que la película es buena en todos los sentidos: magníficos efectos especiales, guiños de humor aún mejores que en las anteriores, y una banda sonora colosal.
En cuanto la veamos os cuento más detalles.
Os dejo con unos vídeos para ir «abriendo boca»:
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Nosotros la hemos visto y Diego ya se ha pedido el muñeco para su cumple y el disfraz para Papa Noel (» q los Reyes son mas tarde, mamá!!! «)