No hay padre a mi alrededor que no sepa que la robótica para niños está «de moda».
Si no han apuntado a sus hijos a un curso, actividad extraescolar o campamento que tenga como centro la robótica, han escuchado o se han interesado por ello.
Sin embargo, pocos saben explicarte en qué consiste o por qué creen que es tan importante, más allá de una moda pasajera.
La «robótica» consiste en diseñar y construir robots. Hasta ahí, más o menos es fácil.
Para construir robots hacen falta varias cosas: una idea del robot que queremos construir, un plan detallado sobre cómo llevarlo a cabo y qué elementos necesita, construirlo y hacer que funcione.
Tal ver por ello las clases de robótica han tenido tanto éxito porque, si se hacen bien (y ojo que aquí también se vende mucho humo), pueden enseñar al niño a pensar, a planificar, a trabajar en equipo, a ejecutar y algo, para mi fundamental en un niño, que es la frustración.
Cualquiera que hay programado sabe que las cosas no salen a la primera y que no te puedes rendir. Hay que volver y volver… y volver a intentarlo. Y eso, se aprende con muchas otras cosas, pero también con la programación y la robótica.
Pero… ¿en qué consiste una clase o curso de robótica?
Una clase de robótica (educativa) suele comenzar con la presentación de un reto por parte del profesor. Este reto será crear un objeto o robot que haga algo que le pidamos.
Los alumnos, generalmente en grupo, con las instrucciones y herramientas que les dan, tratan de resolverlo.
A lo largo de la clase se les puede pedir que introduzcan mejoras y finalmente que lo muestren y expliquen a los demás.
Pero ¿que diferencias hay entre la programación y la robótica?
De aquí viene la duda de muchos padres. Y no me extraña porque van bastante unidos.
La robótica necesita programación pero la programación no necesita siempre robótica.
Me explico: una vez construido un robot (físicamente, con piezas de LEGO, con cartón o el material que sea) necesitamos que ejecute ciertas órdenes (es decir que haga «algo»). Y eso se hace a través de un programa informático.
Se utilizan lenguajes de programación específicos para niños que no se requieren escribir código, sino que se basan en conceptos más visuales, iconos o pequeñas piezas de puzzle que se van colocando una tras otra y que, una vez terminado, se ejecuta.
Por medio de algún sistema (ya entraremos en detalles) se hace llegar ese programa a nuestro robot, y éste hace lo que le hemos pedido.
Así que la robótica necesita programación porque el robot tiene que recibir las órdenes y saber lo que tiene que hacer.
Sin embargo la programación es un concepto más amplio, ya que no solo se programan robots, sino millones de cosas.